La pandemia provocada por la Covid-19 ha traído consigo una enorme crisis que ha afectado a cientos de sectores en todo el mundo. Para hacer frente a esas pérdidas, los gobiernos, también el español, lanzaron una serie de medidas, con el objetivo de proteger a las empresas y los empleos a los que estaba afectando la crisis.  En este contexto surgieron los préstamos ICO para pequeñas y medianas empresas (PYMES), así como para autónomos y particulares y comunidades de bienes.

Se trata de ayudas que regula el Instituto de Crédito Oficial, conocido como ICO. Y aunque sean muy similares a cualquier préstamo tradicional, solo las empresas, organismos públicos, emprendedores y comunidades de propietarios pueden solicitarlas y además deben hacerlo para unos fines concretos. 

Por un lado, estas ayudas tienen como objetivo ayudar a las PYMES y autónomos españoles a solicitar liquidez para poder subsistir. Por otro lado, también particulares y comunidades de propietarios pueden acceder a ellas si necesitan rehabilitar su vivienda o edificio. 

Características de un préstamo ICO

Como ya hemos señalado, los préstamos están dirigidos tanto a empresas y autónomos como a particulares y comunidades de propietarios. Las ayudas para el primer grupo se pueden dividir en cinco categorías:

Además de estas cinco líneas, existen otras ayudas destinadas a particulares y comunidades de propietarios: 

Cómo solicitar los préstamos ICO

En primer lugar hay que aclarar que la financiación máxima para empresas y autónomos es de 12,5 millones de euros para una o varias operaciones por cada solicitante. No obstante, actualmente esos importes son tan solo de 25.000 euros. El plazo de amortización es de entre uno y veinte años, y cuentan además con tres años de carencia. 

Respecto al tipo de interés, este puede ser fijo o variable y  dependerá del plazo de amortización. Cabe destacar además que los préstamos ICO no tienen comisiones de apertura o de estudio, pero sí de cancelación por amortización anticipada. 

Para solicitar un préstamo ICO se debe acudir a una entidad de crédito asociada al sistema, que puedes encontrar aquí. Cualquier empresa, autónomo o particular que lo solicite deberá presentar una propuesta que recoja cuál es el fin de la ayuda, es decir, a qué se dedicará el préstamo. Además, deberá demostrar solvencia patrimonial y garantías adicionales.  

Por lo tanto, son ayudas útiles siempre que la persona o entidad solicitante cuente con garantías y solvencia previa, a diferencia de los préstamos de garantía hipotecaria de Préstamo Digital, cuyo único requisito es contar con una propiedad sin cargas y cargas bajas para obtener financiación de hasta 1.000.000 de euros.